Por Srila Gurudeva

Evite los escapes de energía




Una de las etapas donde más frecuentemente perdemos energía es en nuestra niñez, debido principalmente a la crítica de nuestros padres. Un gran porcentaje de nuestra energía va hacia nuestras experiencias del pasado. Por ejemplo: cuando usted despierta en la mañana, se da un baño y se prepara para enfrentar el día, prácticamente el noventa por ciento de sus pensamientos se concentran en los acontecimientos recientes, y en los efectos perdurables de su niñez y su adolescencia.  Para el final del día, ha gastado casi toda su energía o incluso ha acumulado una deuda considerable, por lo que tiene que pedir energía prestada a las reservas de sus huesos y tejidos. En el mejor de los casos, le quedarán dos o tres unidades de energía antes de desplomarse.